En memoria de mi tio Daniel
Ramón Eduardo Ortiz León
Después de muerto y sembrado antier me avisan hoy del fallecimiento de mi tio Daniel Leon Norzagaray mas conocido como Mi gente en el Campo 60 o Francisco Javier Mina.
Mi tío cuando joven era un hombre alegre y dicharachero, durante muchos años surtió de ladrillos a la región tenía una ladrillera en la antes conocida como La cuchilla a orillas del dren que va rumbo a San Ignacio Rio Muerto y otro mas, o sea estaba entre dos drenes y los vendia en Obregon, Pueblo Yaqui y puntos circunvecinos.
Recuerdo como nos hacia reir de niños y como nos echaba mentiras cuando llegaban a ir de visita al rancho y como hacia desatinar a las mujeres, mis tias, mi nana, mi tia carmela, todos iguales por el estilo. Se hacían grandes ruedas jugando a la lotería y los pleitos de juego alegando una u otra carta, quien ganaba el chorro, las cuatro esquinas, la llena, el centro, era una de alegar cada juego y reir sobre todo, mas cuando mi tio baqueta agarraba todo al grito de bolo, bolo, y arrancaba oyendo los gritos tres de su de mi tia Carmela, mi naana y los demas, Vas a verlo verás Danielito baqueta decía mi tia Carmela riendose a carcajadas y echando mas humo que la chingada máquina del ten que pasaba por la estacion todos los ias pues era bien fumadora y otro dia era los mismo, le dejaban jugar.
Entre otros recuerdo que me vienen a la mente es cuando mi tío quiso ser narco, se fue al rancho allá rn mi Choix querido y dejo su oficio de ejidatario ruino, ladrillero y velador en huertas o granjas camaroneras para hacerse rico en una temporada.
Por allá en las orillas de la presa Miguel Hidalgo por el rumbo de La Laguna, La aguaclientilla y La cienega, tierra de mi compadre Chaleco consiguió un pedazo para hacer su gran siembra y no duró mucho su efimero paso por las filas del narco, apenas estaba naciendo la chingada huerta orgánica de la hierba que hace feliz a mucha gente y que llegan los chingados guachos como siempre a tumbar donde no hay arreglo y pácatelas que mi tío valió madre y pos no llegó a ser narquito siquiera, mucho menos narco.
El era un hombrón grande, voluminoso y pesado pero ese día dice que se hizo mas ligero que una liebre o venado por poner el simil.
Un hermano mío la había prestado una radio, una pequeña grabadora y con eso se entretenía en sus ratos de ocio(que eran muchos) mientras cultivaba sus plantitas.
El caso es que un día le cayeron los guachos pero por aire andaba el pinchi boludo enchinga ubicando los sembradíos dice mi tío que no hallaba donde chingados meterse, pues el monte no era muy tupido y que arrancó llegando mas asoliado que la chingada no se si a la Aguacalientilla, San Javier o La laguna no recuerdo mas bien., con la lengua de fuera acesando y buscando un raite pa irse a la casa de mis padres con su hermana mi mamá.
Dicen las malas lenguas que le dio una chorrera como tres días yo no lo vi así que nomas lo cuento.
Decía mi tio que una vez que logró dejar de oir al boludo, ya no se preocupó mucho porque de repente le vinieron otros pinchis temores y si lo agarraban los guachos? Pos aista que en cada pinchi palo, árbol o matorral se le figuraba que le brincaba un guacho se lo llevaban o le daban una calentada, mínimo, así que pa no hacerles el cuento largo logró llegar sano y salvo a casita, alhuatado, zurrado y miado pero a salvo.
Aparte del susto que el platicaba con mucho sabor, como solo el sabia hacerlo, todos quienes lo escuchaban se miaban de la risa cuando lo platicaba y como su intento de ser narco duró lo que dura una llamarada de petate.
Y como en el corrido de Juanita la traicionera “Y el hombre del cababalo yani por lasilla volvió” pos mi tio no volvió por la bicicleta, machete, pala, taspana, radio y mandado que había dejado allá en el maguechi.
Una vez le pregunté oye tio y porque no volviste a sembrar para reponerte, nombre mi gente me dijo, lalito vale mas comer tortillas solas con sal y firjoles con queso pero comértelas a gusto, mas que sea abajo de un naranjo y asi acabo su aventura narquil y la enseñanza fue pobre pero sin temores, aunque a veces le iba pior que un narco con la ley.
Y ademas salieron muchas anecdotas producto de esa incursión en el narco como la del radio que le pidio mi hermano después diciéndole oye tío y mi radio, noombre mi gente , no me digas eso como crees que iba acordarme del pinchi radio si no me acorde ni de la bicicleta, pues tambien tenia una bicicleta en la que iba al rancho mas cercano por lonchi y antojos y mi hermano que se cagaba de la risa, por yo no se yo voy a querer mi radio, pues resulta que mi hermano es mas duro que una piedra azul desas del río o la quijada de arriba decía mi tata Jesus,, pero lo hacia solo para que contara de nuevo sus aventuras y reir junto mi tío.
En otra ocasión estaba mi tio en su esforzada y cansada labor de velador cuidando la huerta de naranjas del ejido y por ahí cerca cayo una avioneta que iban persiguiendo los guachos por tierra y aire, bajando y dándose a la fuga sus ocupantes en una suburban que dejaron abandonada creo que ahí mismo en la huerta y cuando llegaron la nube de guachos y federales al primero que agarraron fue mi tio y fue el, quien pago el pato, dice que lo trajeron en más vueltas que un ovillo de hilo de esos gigantes, queriéndole sacar pa donde se habían ido y quienes eran diciendo mi tio cuando me contó, como la ve mi gente? Fíjate nomas lalito, que pinchi mala suerte y ni sabes que me dice en la camioneta traían unas maletas llenas de dólares, hubieras agarrado un puño pa que costiara le dije, nombre mi gente si asi no me la acababa ahora con dólares en la bolsa todavia estuviera viendo tras rejita me dijo, me vine de allá de tu rancho pa no toparme con los guachos y aqui viene y me agarran sin culpa alguna, y soltaba su risa recia, fuerte y alegre..
Al final después de tres o cuatro días en el bote lo dejaron libre pero tuvo todavia que estar llendo a firmar a Obregon no se cuanto tiempo.
Últimamente producto de su enfermedad no controlada a tiempo se había vuelto muy amargado y vivía solo, de vez en cuando iban mis tías y mi mamá a visitarlo y dicen que un vez que fueron lo platican entre carcajadas mi mama y mi tia Cuca que les dijo a que vergas vienen viejas mitoteras hijas de su chingada madre, váyanse mucho a la verga, hay nomas viene a estar hablando, diciéndoles mitoteras y hasta de que se iban a morir.
Lo visite una vez que fui a Sinaloa en un carro mio de mi propiedad, fronterizo y sin placas pa´cabarla de amolar, pues un jodido apenas si tiene pa traer una pinchi ruina de la chingada.
Al llegar a su casa estaba Rosa mi tia su esposa quien me dijo está ai en su cuarto, venga pa ca mi gente gritó desde allá al escucharme, estaba tirado apenas si se podía levantar estaba hinchado ya que retenia liquidos pues ya le fallaban los riñones, llegue y al saludarle le dije que pasó mi gente como esta? Pues ya vez Lalito me dijo aquí valiendo verga hasta los pinchis guevos se me hicieron grandes, los tenia bien hinchados producto de una hernia, lo mismo que las piernas y sus pies, tenían que levantarlo para ir al baño pero aun no se dejaba como pasó estas ultimas semanas.
Según me dijo mi mama hace como dos semanas le habían internado en el desseguro insocial, pero hace como unos diez días les dijo se lo llevaran a su casa que el no quería morirse en el pinchi seguro sino en su casa y así lo hicieron, hace como una semana hablé con mi mamá y al preguntarle por el me dijo deseperanzada como noté en su voz, pues hay nomas esperando hijo, el ya no quiere seguir y ni modo que vamos a hacer,
Al final como la naturaleza dicta y tambien las circunstancia de la vida mi tío falleció y lo hizo en su casa como el quería, no se si había alguien o no con el en ese momento.
Pero me lo imagino diciendo adiós mi gente, vayan y chinguen a su madre., me lo imagino nada mas, porque uno siempre quiere conservar una imagen romántica de la muerte y de los seres queridos que se lleva.
Adiós tío Daniel, mi gente.
7 de agosto del 2016